El intendente de Concordia Enrique Tomás Cresto anunció que en los próximos días serán formalizados “entre 5000 y 6000 trabajadores de la fruta”. “Eso es importante. Ya se van a dar los detalles. En esto está trabajando Santiago Caprarulo fuertemente”, agregó.

Entrevistado en el programa Despertá con Nosotros, por Oír Mortales Radio y Radio 12, Cresto aludió al cambio de la matriz productiva, y, en ese contexto, consideró prioritario que se abarate el costo de la energía a empresas electrointensivas que se radiquen en el Parque Industrial ampliado.

“Lo que estamos evaluando ahora con Santiago Caprarulo que se ha sumado al equipo (es el nuevo presidente del Parque Industrial), con Pablo Bovino, que se ha puesto al frente del Consejo de la Producción, y con Guillermo Satalía Méndez (Secretario de Desarrollo Productivo), es afectar, a partir de enero de 2023, el total de nuestras regalías energéticas, que no es mucho, porque no serán más de 5 millones de pesos, afectarlos de la mejor forma para que se potencien, y ni hablar si podemos sumar a la provincia con algo y si la Secretaría de Energía, que estamos esperando que nos dé una audiencia, puede aportar algo más”.

A modo de ejemplo, Cresto detalló: “Si a una empresa que tiene un costo de 600 o 700 mil pesos mensuales en energía, le subsidias el 50%, no solo le generás un alivio en las cargas, sino que puede ser un incentivo para que se radiquen en el Parque. Lo mismo con la ley de promoción industrial de Entre Ríos, que hay que venderla. Si le preguntás a 10 industriales de Concordia cuáles son los beneficios de esa ley, que es pionera en el país, no lo saben. ¿Por qué? Porque hay que mostrarla. Si los de Concordia no la conocen, mucho menos los de afuera. Hay beneficios de todo tipo, hasta en el patentamiento más barato de vehículos de empresas radicadas en el Parque Industrial. Incluso tienen prioridad en las licitaciones”, remarcó.

Enseguida mencionó otras actividades a las que consideró piezas claves: “la citrícola, la arandanera, los aserraderos y la nuez pecan. Son cuatro rubros que generan mucho movimiento económico”, aseguró.

Cresto admitió que la actividad arandanera, “que llegó a tener 2200 hectáreas en Concordia, hoy le quedan 700, por falta de control estatal”. “En esto tenemos que ser responsables y hacernos cargo los que estamos al frente del municipio y de la provincia», dijo, en tono autocrítico.

Fue mucho más lejos en su diagnóstico cuando sostuvo que, “aunque suene mal, el arándano, así como está, ha traído más perjuicios que beneficios a Concordia”.

– ¿En qué sentido? – se le preguntó

– Por falta de una regulación de la actividad. Es decir, en la práctica, viene una empresa tercerizada con 50 personas del norte, los deja hacinados en un lugar, empiezan a contactar a los productores ofreciéndoles la cuadrilla lista para cosechar. Muchas veces no consiguen colocarlos y desaparecen, dejando a esas 50 personas a la deriva. Y ahí el municipio siempre atrás solucionando el problema, hablando con APAMA para conseguir pasajes para que se vuelvan… Esto ha sido una constante durante los últimos 23 años. Nosotros cuando estuvimos en los 4 años nos pusimos al frente de los operativos y empezamos a denunciar a las empresas, y a eso hay que continuarlo.

– El arándano, lo mismo que el citrus, dependen mucho de la cuestión cambiaria, de los escenarios nacional e internacional. Pero además, si bien emplean a mucha gente, muchos de los salarios no son muy relevantes y además no cubren todo el año. ¿El cambio de la matriz productiva pasaría por desarrollar actividades que aporten valor a la producción primaria, que generen puestos de trabajo más calificados, con haberes de mayor categoría? Porque es muy difícil pensar en un cambio productivo de fondo sólo con sueldos de zafra.

– En los próximos días se van a formalizar entre 5000 y 6000 trabajadores de la fruta. Eso es importante. Ya se van a dar los detalles. En esto está trabajando Santiago Caprarulo fuertemente.

– ¿Es gente que hasta hoy está en la informalidad y pasará a tener trabajo formal?

– Sí, se va a poder aplicar en la práctica lo que gestionamos a nivel nacional, la compatibilización de los planes sociales y el empleo. Aclaro que la AUH no es un plan social, es una asignación. El que tiene trabajo cobra por cada hijo el salario familiar y el que no tiene trabajo cobra la asignación universal por hijo. La idea del peronismo es que la persona consiga trabajo y la asignación universal se transforme en salario familiar. La compatibilidad es porque hoy la canasta básica está por las nubes. En ese escenario, la asignación pasa a ser un fortalecimiento de ese salario, mientras no supere la canasta básica total en los ingresos de la familia.

– ¿Es factible un acuerdo que incluya medidas concretas para el desarrollo de la región, del que participen todas las fuerzas políticas? ¿Es muy ingenuo un planteo así?

– En Concordia estamos de acuerdo. Generamos consenso y eso se vio mientras estuvimos y ahora se vuelve a ver. Retomamos el Consejo de la Producción y estaban todos los actores, de todos los colores políticos, y todos pudieron opinar.
El diagnóstico, desde el Plan Quinquenal de Perón
“Hay que tener en claro el diagnóstico de la situación”, dijo Cresto, y a renglón seguido se retrotrajo a la mitad del siglo XX.
Cresto en los estudios de Oíd Mortales Radio Agrandar imagen
Cresto en los estudios de Oíd Mortales Radio“Concordia en 1950 tenía 50000 habitantes. Había un proyecto de país que lo llevaba adelante Juan Domingo Perón con su plan quinquenal, que divide al territorio en 74 regiones económicas. En 1950 la Capital tenía 1 millón de habitantes y el conurbano 3.800.000. Aquel proyecto de país subdividía a Entre Ríos en 3: la región de Salto Grande, la del Gualeguaychú y la del Paraná Medio. En cada región se potenciaba una obra de infraestructura importante. A nosotros nos tocó la Represa”, recordó.

“Con el golpe del 55 -continuó Cresto- se vuelve al centralismo y queda trunco ese proyecto de país, y la represa que tenía que haber servido para el desarrollo de la región, la navegabilidad y la generación, aprovechar los riegos… todo eso quedó trunco. El país quedó macrocefálico, con la Capital con 3 millones, el conurbano con 20, ciudades dormitorios como Merlo. En ese país centralista, nosotros tenemos que cambiar la matriz productiva, y lo primero es el aprovechamiento energético, para promoción industrial”, insitió.

“Pero -admitió- es difícil romper esa matriz. No tiene que ver con una cuestión ideológica. No la pudo cambiar Néstor, no la pudo cambiar Cristina, no la pudo cambiar Macri, porque es algo enquistado que tiene que ver con ese centralismo que superan a las gestiones”.
Fuente: Oíd Mortales Radio